miércoles, 3 de agosto de 2016

MATERIALISMO HISTORICO CAPITULO 4



MATERIALISMO HISTORICO CAPITULO IV


BASE Y ESTRUCTURA


Como ya hemos establecido, la fuerza principal y determinante del desarrollo social es el modo de producción de los bienes materiales. De qué manera el modo de producción, las relaciones de producción, determinan todas las demás relaciones sociales (políticas, jurídicas, éticas y otras) y como estas últimas influyen a su vez en el desarrollo económico de la sociedad, es un problema resuelve la teoría marxista-leninista de la base y la superación.



1. INTERDEPENDENCIA DE LA BASE Y LA SUPERESTRUCTUA
Y PARTICULARIDADES DE SU DESARROLLO


Qué es la base y qué es la superestructura


De toda la diversidad de relaciones sociales, el materialismo histórico destaca como fundamentales, determinantes, las relaciones  materiales, de producción. El conjunto de estas relaciones de producción constituye la estructura económica de la sociedad, su base. Además, por conjunto de relaciones de producción se deben comprender las formas de propiedad, las relaciones, de ellas dimanantes, entre los hombres en el proceso de producción y las formas de distribución de los bienes materiales.

A cada sociedad le es inherente su  base. El tipo de base como conjunto de relaciones de producción depende del estado de las fuerzas productivas. Ninguna base puede aparecer hasta que en el seno de la vieja sociedad no surjan las condiciones materiales correspondientes: las fuerzas productivas necesarias para ello.

Una vez que ha aparecido, la base desempeña un enorme papel en la vida de la sociedad.  Permite la organización de la producción y la distribución e los bienes materiales. Los hombres no pueden producir sin entablar relaciones económicas y, consiguientemente, distribuir los medios de subsistencia.

La importancia de la base estriba además en que sirve de fundamento real sobre el que eleva la superestructura, o sea, las opiniones políticas, jurídicas, filosóficas, éticas, artísticas y religiosas de la sociedad y las relaciones, instituciones y organizaciones respectivas. Por eso la base constituye el aspecto del modo de producción que define directamente la faz de la sociedad, de sus ideas e instituciones.

Es también grande el papel de la superestructura en el desenvolvimiento social. Surgida sobre una base económica determinada, expresa en última instancia la relación de los hombres con esta base. Las ideas de diverso género sirven a los hombres para fundamentar la necesidad de consolidar o destruir la base dada, y las instituciones y organizaciones (el Estado, los partidos políticos, etc.) les permiten plasmar estas ideas en la vida. La superestructura influye también en el desarrollo de las fuerzas productivas por medio de la base. Es bien sabido, por ejemplo, el inmenso papel que el Partido Comunista, el Estado soviético y el conjunto de la superestructura socialista desempeña en la solución de las tareas conducentes a crear la base material y técnica del comunismo y en el desarrollo de las fuerzas productivas comunitas.


Papel determinante de la base con relación
a la superestructura


La superestructura es producto de la  base y está indisolublemente ligada con ella. Como es la base, así es la superestructura. Tomemos por ejemplo, la base de la sociedad primitiva. La ausencia de propiedad privada y de clases y, por consiguiente, de contradicciones de clase fue la causa de que en superestructura  de esa sociedad no hubiese ideas estatales, ni políticas, ni jurídicas, ni las respectivas instituciones.

El surgimiento de la propiedad privada y de clases, es decir la aparición de la  base de la sociedad esclavista originó una superestructura de otra índole. Aparecieron ideas que fundamentaban la dominación de los amos sobre los esclavos e instituciones (el Estado, etc.), que defendían esa dominación.

La base de la sociedad de clases antagónicas es contradictoria. Al expresar la diversa relación de los hombres con los medios de producción, se caracteriza por la contraposición de los intereses de clase y el antagonismo entre los oprimidos y los opresores. Así es, por ejemplo, la base económica del capitalismo moderno, que se caracteriza ante todo por el antagonismo existente entre la burguesía y el proletariado. Es claro que la estructura económica de la sociedad burguesa no se puede reducir únicamente a las relaciones establecidas entre estas dos clases antagónicas fundamentales, pues además de ellas existen otras clases y capas sociales (los trabajadores campesinos, los artesanos y la pequeña burguesía urbana y rural), que también están en contradicción con la burguesía monopolista.

Al reflejar las contradicciones de la  base, la superestructura de la sociedad de clases antagónicas es también contradictoria. Lleva implícitas las ideas e instituciones de las diversas clases y grupos sociales, con la particularidad de que predominan en ellas la ideas e instituciones de la clase que ostenta el poder el dominio económico “la clase que ejerce el poder material dominante en la sociedad –escribieron Marx y Engels- es al mismo tiempo, su fuerza a espiritual dominante” 1. Así, en el capitalismo es la burguesía la que ejerce el dominio económico; por eso son burguesas las ideas e instituciones dominantes en la sociedad, que la burguesía para luchar contra el, proletariado y perpetuar su dominación.

1 C. Marx y F. Engels, Obras, t. III ed. rusa, pág. 45

Sin embargo, en la sociedad capitalista el proletariado se opone a la burguesía y forma sus ideas e instituciones. Los proletarios empiezan a comprender poco a poco la esencia del capitalismo y toman conciencia de la necesidad de derrocarlo. Para luchar contra la burguesía crea su partido político, sindicatos, cooperativas y otras organizaciones. A lo largo de la lucha revolucionaria el proletariado domina la teoría marxista de vanguardia y crea su moral y sus opiniones políticas, jurídicas y estéticas.

El papel determinante de la base con relación a la superestructura no se manifiesta sólo en que ésta es producto de aquélla, sino también en que los cambios esenciales que se operan en la estructura económica provocan necesariamente cambios en la superestructura. Así, por ejemplo, al pasar del capitalismo pronopolista al imperialismo, la economía capitalista experimentó un serio cambio: la libre competencia fue sustituida por el monopolio. Respectivamente cambió también la superestructura burguesa. En la esfera estatal, la burguesía pasó a varios países de las formas democrático-burguesas de gobierno a las reaccionarias: fascistas o semifascistas. Los derechos de los trabajadores son restringidos cada vez en mayor grado 2; y los partidos comunistas y organizaciones progresistas, sometidas a más y más persecuciones. El arte burgués degenera; en la filosofía adquieren importancia primordial las formas más reaccionarías de idealismo; la religión se extiende vastamente.

2 Actualmente y con el arribo de la globalización, esto es más evidente que nunca. No solamente están restringiendo los derechos de los trabajadores, sino que se les imponen obligaciones de patente de corso;  lindando en algunos casos con el derecho de pernada a favor de los que todavía se creen caballeros feudales. (ARP)

Se producen cambios particularmente profundos en la superestructura al sustituir una base economica por otra como resultado de una revolución social. La revolución termina con la dominación política de la vieja clase y confirma la de otra nueva. Se crea una nueva máquina del Estado (sistema de instituciones políticas y jurídicas) en lugar de la vieja. Se modifica la conciencia social: la nueva ideología, que corresponde a la nueva fase afianzada, desplaza a la vieja. Según escribió Lenin, “la vieja superestructura salta hecha añicos en la época revolucionaria, y se crea otra nueva por la actividad de las fuerzas sociales más diversas….” 3.

3 V.I. Lenin. Obras Completas. t. IX, ed., cit., pág. 138. (Ed.)


Independencia relativa y papel activo
de la superestructura


Como producto de la base, la superestructura tiene también una interdependencia relativa, una de cuyas manifestaciones importantes es la continuidad en su desarrollo. Esta continuidad se expresa en que la revolución operada en la superestructura, al sustituirse la base vieja por otra nueva, no implica la liquidación automática de todos lo fenómenos superestructurales viejos. Al destruirse la base vieja, deja de existir la vieja superestructura como un todo, como sistema de opiniones e instituciones de la vieja sociedad. Pero elementos aislados de ella perviven más tiempo que la base que la engendrara y, al pasar a la  superestructura de la nueva sociedad, sirven a las clases de esta nueva sociedad, corresponden a sus intereses. La religión cristiana, por ejemplo, que surgió en el régimen esclavista, sirvió fielmente a los señores feudales y sirve hoy a la burguesía.

En la superestructura de cualquier sociedad hay también elementos imperecederos, de importancia para toda la humanidad. Tales son, por ejemplo, las normas universales de moral y las mejores conquistas de, la literatura y el arte.

En virtud de la continuidad, la superestructura de cada sociedad constituye un fenómeno muy complejo. Incluye tanto las ideas e instituciones heredadas  de la vieja sociedad como las surgidas sobre la nueva base económica.

La independencia relativa de la superestructura se manifiesta también en que, habiendo surgido sobre la base económica, desempeña un activo papel en su desarrollo. Las ideas e instituciones dominantes en la sociedad de clases antagónicas sirven para conservar y consolidar su base. Fundamentan el dominio de la clase que las ha originado y cuyos intereses están llamados a defender. Estas ideas e instituciones consagran  teóricamente y organizan la lucha de la clase dominantes en la sociedad antagónica y, ante todo, contra las clases trabajadoras, aplastando su aspiración a emanciparse de la explotación y de la opresión colonial y de otro género.

Tomemos, por ejemplo. Las ideas e instituciones de la burguesía. En el período de formación de la base capitalista contribuyeron activamente a que se desenvolviera y consolidara  ésta y fueron un medio poderoso de lucha contra los señores feudales. Actualmente las ideas e instituciones burguesas  sirven para aplastar a todas las fuerzas progresistas, para conservar a toda costa la base capitalista y evitar, o al menos aplazar, la muerte del capitalismo. El capitalismo moderno se mantiene, ante todo, porque el Estado burgués, el derecho burgués, y todos los medios de influencia ideológica, que desempeñan un  papel excepcionalmente grande en su defensa, guardan sus intereses.


2. LA BASE Y LA SUPERESTRUCTURA DE LA SOCIEDAD
SOCIALISTA


En el capítulo anterior 4, al analizar las particularidades del surgimiento del modo de producción socialista, hemos hablado de cómo  se forman las formas sociales de producción: la base económica del socialismo. Recordemos una vez más que la base socialista no surge en el seno del capitalismo, sino que sólo se crean condiciones para que surja.

4 Ver capítulo III (ARP)

La base socialista no se crea espontáneamente como la base  de las sociedades precedentes, divididas en clases antagónicas, sino que se forman bajo la influencia del Estado socialista. El papel decisivo en su creación pertenece a la actividad conciente de los trabajadores encabezados por la clase obrera y su partido marxista-leninista.

La condición indispensable para crear la base económica del socialismo es la consolidación de la dictadura del proletariado, es decir, la conquista del dominio político por la clase obrera. Luego reunidos en sus manos los medios fundamentales de producción, el Estado proletariado contribuye a la constitución armónica y gradual de las relaciónese socialistas de producción en la ciudad y el campo. Las etapas más importantes de la creación de la base económica del socialismo son la industrialización del país y la colectivización de la agricultura.

En la medida en que se refuerza la base socialista, se refuerza también la superestructura. Se desenvuelve y perfecciona el aparato del Estado, y la ciencia y el arte alcanzan un alto grado de desarrollo. Se trasforma la conciencia de los hombres y se afianzan los principios de la moral comunista. Con la victoria del Socialismo y la consolidación de la base socialista se termina también el proceso de formación de la superestructura socialista.

A diferencia de la base, elementos sueltos de la superestructura socialita aparecen en el seno del capitalismo. La teoría marxista-leninista, el partido de la clase obrera, los sindicatos obreros, la moral, la literatura y el arte proletarios surgen bajo el dominio de la base capitalista y pasan luego a la superestructura de la sociedad socialista. Además, esta superestructura recibe los mejores adelantos de la ciencia, la cultura  y la filosofía de todas las épocas precedentes. Ahora bien, todos estos elementos no constituyen la superestructura socialista como un todo, como un conjunto de ideas, instituciones y organizaciones. La superestructura socialista como un todo se crea únicamente al formarse la  base socialista.

Examinemos a este respecto cómo se formó la superestructura de la sociedad socialista soviética. Los cimientos de la base socialista se crearon durante los primeros meses de Poder soviético con la nacionalización de los medios fundamentales de producción. En esa misma época aproximadamente se produjo la demolición radical del viejo aparato del Estado y la creación del Estado proletario, el elemento más importante de la superestructura socialista. El 28 de octubre de 1917 se instituyó el Consejo de Comisarios del Pueblo. En diciembre del mismo año se creó la Comisión Extraordinaria de toda Rusia (VChK), órgano para combatir a la contrarrevolución y los sabotajes. En enero de 1918 se firmó el decreto sobre la creación del Ejército Rojo Obrero y Campesino, y el 14 de febrero, la Flota Roja. Se crearon órganos de Poder en el centro y en las localidades

La ideología socialista y sus respectivas instituciones: el Estado socialista, El Parido Comunista, los sindicatos, el Konsomol 5, las organizaciones culturales-educativas, deportivas, de la defensa y otras, tomadas en su conjunto, constituye la superestructura socialista.

5 El Komsomol (en ruso Комсомол) organización juvenil del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS). El término es una contracción de Kommunisticheski Soyuz Molodiozhi (Коммунистический союз молодёжи), Unión Comunista de la Juventud (ARP)


Esta se distingue radicalmente de la superestructura de las sociedades divididas en clases antagónicas, en particular de la del capitalismo moderno.

La base socialista, avanzada y progresista, determina también la esencia de la superestructura socialista, su carácter activo y revolucionariamente trasformador. Al reflejar el curso real de la historia, el paso natural del capitalismo al comunismo contribuye con todas las fuerzas a ese movimiento, consolida y desarrolla la base socialista, base de vanguardia.

Debido a la unidad e integridad de la base socialista, en su superestructura se distingue por la ausencia de contradicciones antagónicas. En el socialismo no hay clases que puedan ser portadoras de ideas y opiniones reaccionarias. Todos los trabajadores están interesados en el desarrollo de la sociedad socialista, en su avance  hacia el comunismo. Procuran robustecer la base económica del socialismo, desarrollar y perfeccionar su superestructura.

Claro es que en la sociedad socialista aún se encuentran ideas y opiniones atrasadas. Pero no entran ni pueden entrar en la superestructura socialista, pues no dimanan de la naturaleza intrínseca de su base, sino que la sociedad las ha hecho en herencia del capitalismo. 

La superestructura socialista presenta un carácter auténticamente popular. Al expresar y defender los intereses de los trabajadores, disfruta a su vez de su apoyo constante. De ahí su actividad, su inmensa influencia en el desarrollo de la base, en todo el curso del desenvolvimiento de la sociedad socialista. A medida que la sociedad soviética avanza hacia el comunismo, la importancia de la superestructura y su influencia  en el desarrollo de la base y de la sociedad en su conjunto aumenta sin cesar. La superestructura socialista y, ante todo, sus elementos más importantes (el Estado soviético y el Partido Comunista, que organiza la vida económica, política y cultural del país) suponen un importante factor para la construcción feliz del comunismo.


Vigo, 1 de agosto de 2016

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