domingo, 21 de agosto de 2016

MATERIALISMO HISTORICO CAPITULO 5


 

MATERIALISMO HISTORICO. CAPITULO V

 

LAS MASAS POPULARES
FUERZA DETERMINANTE DEL DESARROLLO SOCIAL.
PAPEL DEL INDIVIDUO EN LA HISTORIA

 
Anteriormente 1 hemos hablado de que la sociedad se desenvuelve en base a sus propias leyes, a la necesidad histórica. Pero las leyes sociales se revelan siempre en la conducta y en los actos de los hombres, que hacen ellos mismos su historia.

1 Ver  capítulo IV (ARP)

 
¿Qué importancia tienen, pues, los hombres en el proceso histórico? ¿Cuál es el papel de las masas populares y de los individuos en la historia?

El materialismo histórico se basa en que el pueblo es el creador del proceso histórico. Veamos entonces por qué es precisamente el pueblo el creador de la historia, y qué papel desempeña el individuo en el desarrollo social.

 

1. EL PUEBLO, AUTENTICO CREADOR DEL PROCESO
HISTORICO Y FUERZA DECESIVA DEL DESARROLLO SOCIAL

 
Para descubrir el papel del pueblo como creador de la historia es necesario ante todo, qué es pueblo, qué son las masas populares.

El pueblo no constituye algo inmutable, fuera de la historia, dado de una vez para siempre. Tampoco es ese “tropel” ni “populacho” vil e informe, hostil a toda civilización y progreso como intentan presentarlo los ideólogos de las clases explotadoras.

El pueblo está constituido ante todo, por los trabajadores y en la sociedad de clases antagónicas, por las masas explotadas.

En la sociedad esclavista lo formaban principalmente los esclavos; en la feudal, los campesinos y los artesanos. En la sociedad capitalista inclúyense en el pueblo la clase obrera, el campesinado, la intelectualidad trabajadora y otras capas que contribuyen al progreso social.  

En la sociedad de clases antagónicas el pueblo es la masa fundamental de la población, pero no toda la población. En la sociedad capitalista moderna, por ejemplo, se opone a él la cúspide reaccionaria imperialista.

En la sociedad socialista se incluyen en el pueblo toda la población del país: la clase obrera, el campesinado y la intelectualidad.

 
El pueblo, creador de la historia

 
La importancia decisiva de las masas populares en el proceso histórico dimana del papel determinante del modo de producción de los bienes materiales en el desarrollo de la sociedad. Como ya se ha dicho, la producción material sirve de base de la vida social, y la fuerza productiva principal la constituye los trabajadores, las masas populares. Por consiguiente, el pueblo, los trabajadores, son la fuerza decisiva del desarrollo social, el verdadero creador de la historia.

¿En qué se manifiesta, pues, concretamente el papel del pueblo como creador de la historia?

Las masas trabajadoras hacen la historia, ante todo, con su trabajo productivo. Con sus manos se crean todos los valores materiales: las ciudades y los pueblos, las fábricas y los talleres, los caminos y los puentes, los tornos y las máquinas, los vestidos y el calzado, los comestibles y los utensilios domésticos, es decir, todo aquello sin lo cual es inconcebible la existencia de la humanidad.

Las masas populares son la fuerza motriz fundamental del progreso técnico. Han ido desarrollando y perfeccionando escrupulosaente y con tesón, día a día, de año en año, de siglo en siglo, a menudo sin darse cuenta de ello, los instrumentos de trabajo, lo que en última instancia ha conducido a revoluciones técnicas radicales, al cambio de las fuerzas productivas. Y el desarrollo de las fuerzas productivas  trajo consigo el cambio del modo de producción en su conjunto. Así, aun bajo la opresión más dura en un régimen de explotación, el trabajo de los hombres sencillos fue preparando las condiciones materiales para el progreso de la humanidad, para pasar a un nuevo régimen social.

Sin embargo, el papel de las masas populares en la historia no se limita a esto. Son, además, la fuerza principal que resuelve el destino de las revoluciones sociales y de los movimientos políticos y de liberación nacional. La lucha de clases y, ante todo, la de los trabajadores contra sus opresores, cuya forma suprema es la revolución social, sirve de fuerza motriz para el desarrollo de las sociedades de clases antagónicas. Las sublevaciones de esclavos socavaron la base de la propiedad esclavista y fueron una causa  importantísima del paso al feudalismo. Los campesinos y la población urbana pobre fueron una de las importantes fuerzas motrices de las revoluciones burguesas que obligaron al feudalismo a ceder su lugar al régimen capitalista, más progresista.

En las sociedades prosocialistas el pueblo no alcanzaba los frutos de su trabajo y su lucha, pero estos fueron factores  importantísimos que, en última instancia, condujeron a la liberación de los trabajadores, a la creación del régimen socialista de  vanguardia.

Las masas populares han contribuido con una enorme aportación al desarrollo de la cultura de la sociedad. “El pueblo escribió –Gorki- 2 no sólo la fuerza creadora de todos los valores materiales, es la única e inagotable fuente de los valores espirituales, el primer filósofo y poeta por el tiempo, belleza y genialidad de su obra, que ha creado todos los grandes poemas, todas las tragedias del mundo y las más de ellas: la historia universal”

2 Máximo Gorki, o Maksim Gorki, fue el pseudónimo utilizado por Alekséi Maksímovich Peshkov, fue un escritor y político ruso identificado con el movimiento revolucionario soviético. Nació el 28 de marzo de 1868, en Nizhni Nóvgorod Rusia, y falleció el 18 de junio de 1936, en Lenisky District, Moscón Oblast, Unión Soviética. (ARP).

 
El trabajo del pueblo y su capacidad creadora sirven de fuente a la ciencia y al arte. Numerosos sabios, escritores, pintores y otros conspicuos maestros de la cultura, cuyas obras han enriquecido a la humanidad, son de origen popular: Lomonósov 3 fue hijo de un pescador del litoral nórdico; Newton, hijo de un granjero pobre; los Cherepánov 4, padre e hijo, constructores de la primera locomotora en Rusia, fueron siervos. El pueblo crea asombrosos poemas y cuentos, canciones y danzas. Los artistas más insignes se han inspirado siempre en el venero inagotable de la creación popular.

3 Mijaíl Vasílievich Lomonósov fue un científico, geógrafo, mosaiquista y escritor, polímata ruso que realizó importantes descubrimientos en ciencia, literatura y educación, y fundador en 1755 de la primera universidad rusa, que hoy lleva su nombre. Nació el 19 de noviembre de 1711, en Lomonossowo Rusia, y falleció el 15 de abril de 1756, en San Petersburgo Rusia. (ARP)

4 Cherepanov, Yefim Alekseyevich (1774–1842), y Miron Yefimovich (1803–1849) padre e hijo, ambos nacidos en Rusia. El aspecto más interesante de sus trabajos fueron las máquinas de vapor. (ARP)

 

Elevación del papel del pueblo en la marcha
marcha del desarrollo histórico
 

El pueblo hace la historia, pero no a su antojo, sino de acuerdo con las condiciones objetivas y, ante todo, el modo históricamente determinado de producción de bienes materiales. Sin embargo, como la producción se perfecciona constantemente, desarrollándose de lo inferior a la superior, cambia también el papel del pueblo en el proceso histórico, con la particularidad de que su importancia aumenta a medida que avanza el desarrollo progresivo de la humanidad. El marxismo ha establecido que cuanto más profundas sean las trasformaciones sociales y más serias las tareas planteadas a la sociedad, tanto mayores serán las masas de gente que participen en el proceso histórico, tanto más activas serán las masas populares. “Con ello la solidez de la obra histórica aumentará…. el volumen de la masa, de quién es la obra –escribió Marx” 5.

5 Carlos Marx y Federico Engels, Obras, t. II ed. rusa, pág. 90

 
En las sociedades esclavista y feudal los trabajadores estaban desprovistos de los derechos humanos más elementales, sus fuerzas creadoras eran aplastadas sin piedad. Los esclavistas y los señores feudales concentraban en sus manos la dirección del Estado, el ejercicio de la política, la ciencia y el arte, manteniendo a las masas en la ignorancia y el oscurantismo 6, dejándoles únicamente el brumador trabajo forzado. La actividad de las masas, y sus luchas contra los explotadores no podían tener esperanza de éxito. Entonces como dijera Lenin, la historia sólo podía reptar con operante lentitud.
 

6 Aunque la esclavitud de los pueblos  empezó milenios antes en Egipto y otros pueblos de oriente,  el  apogeo de la misma se desarrolló con mayor virulencia en Grecia y Roma,  desde el año 2000 a.d.n.e hasta la desintegración del régimen feudal, entre los  XIV y XV d.n.e. Todavía hoy en día quedan residuos y reminiscencias de aquellos tenebrosos milenios años, donde las clases dirigentes desean que las masas estén sumidas en el máximo de oscurantismo e ignorancia. Esto conlleva consigo que las clases dominantes exijan a la mayoría de los ciudadanos el máximo de deberes,  y cercenando el mínimo de derechos. Los ejemplos más preclaros son: Ley Orgánica 8/2013, de 9 de diciembre, para la mejora de la calidad educativa, y La Ley Orgánica 4/2015, de 30 de marzo, de protección de la seguridad ciudadana conocida con el nombre coloquial de «ley mordaza», que restringe algunos derechos fundamentales de  las masas ciudadanas, etc., etc. (A.R.P.)


En el capitalismo se crean las condiciones materiales par liberar a los trabajadores de la explotación. Aparece la gran industria mecánica. Crece también la clase capaz de llevar al pueblo a la lucha contra el capitalismo y alcanzar la victoria del régimen socialista: el proletariado. Esta clase crea el Partido comunista que rigiéndose por la teoría de  marxismo-leninismo, encabeza la lucha revolucionaria de los trabajadores. Se acrecienta así el papel de las masas populares en el capitalismo. Millones de trabajadores se van incorporando a la lucha política activa, y como resultado de ello el curso de la historia se acelera en gran medida.

El pueblo, las masas trabajadoras, son la fuerza motriz principal de la revolución socialista. A diferencia de las revoluciones precedentes en las que el pueblo desempeñó el papel de destructor del viejo régimen social, en la revolución socialista no sólo destruye la vieja sociedad capitalista, sino que crea otra nueva, la socialista.

Es de particular magnitud la actividad de las masas populares en la vida social bajo el socialismo. Esto responde a los intereses más vitales de los trabajadores, y por eso están íntimamente interesados en su creación. Lenin decía que “… el socialismo vivo, creador, es obra de las propias masas populares” 7. El incremento de la actividad de las masas populares en la construcción de una nueva vida es ley del desarrollo del socialismo. Esta profunda ley se h manifestado con particular evidencia en la vida del primer país del socialismo triunfante.

 
7 V.I. Lenin, Obras Completas, t. XXVI, ed. cit., pág. 272.  (Ed.)

 
La extraordinaria elevación del papel de las masas en el socialismo se determina ante todo por la propia naturaleza del régimen socialista, por el dominio de las relaciones de producción socialista. La propiedad socialista consolidada en el país agrupa y cohesiona la vasta capa de trabajadores y garantiza su participación  activa en la solución de las tareas de a edificación comunista.

Sólo en el socialismo se logra la combinación armónica de los intereses sociales e individuales y se asegura el interés material de los trabajadores en los resultados de su trabajo. Las masas populares crean en el capitalismo valores materiales y culturales de gran importancia y son los principales los participantes de todos los movimientos sociales progresistas, pero los frutos de su trabajo, de su lucha y esfuerzo,  se los apropia un puñado insignificante de explotadores. En el socialismo ocurre de otro modo: las masas trabajadoras  están íntimamente interesadas en robustecer y desarrollar el régimen socialista porque sirve de base, para su libertad política, bienestar material y progreso cultural. Lenin escribió: “Por primera vez, después de siglos trabajando para los demás, bajo el yugo, para los explotadores, se tiene la posibilidad de trabajar para sí mismo y de trabajar beneficiándose de todas las conquistas de la técnica y de la cultura más moderna” 8. Los trabajadores saben que trabajan para ellos, para su pueblo, y eso les despierta el entusiasmo por el trabajo, el afán de innovar, la iniciativa y la emulación socialista de masas.

 
8 V.I. Lenin, Obras Completas, t. XXVI, ed. cit., pág. 272. (Ed.)

 
El acrecentamiento del papel de las masas en el socialismo se debe también a la magnitud a la magnitud de las tareas que se ha planteado el pueblo constructor del comunismo. La victoria del comunismo implicará un salto gigantesco en el desarrollo de la sociedad y será resultado de las enormes trasformaciones, sin par en la historia, que se operarán en todas las esferas de la vida social; es lógico, pues, que el cumplimiento de esas tareas y la ejecución de esas trasformaciones gigantescas resulten inconcebibles sin la participación de numerosos millones de trabajadores.

Un factor importantísimo de la mayor participación de las masas populares en la sociedad es la dirección de Partido Comunista de la Unión Soviética. El partido pertrecha a los soviéticos con una política científicamente fundamentada que se basa en leyes objetivas y  tiene en cuenta las demandas de la vida material de la sociedad. Basado en el nivel de producción alcanzado y de las posibilidades reales, el Partido plantea al pueblo  las futuras tareas y le señala los caminos y medios para resolverlas. El Partido educa diariamente a los soviéticos, eleva la actividad creadora del pueblo y procura que participen del modo más amplio posible en la construcción de la nueva sociedad.

 

2. EL PAPEL DE INDIVIDUO EN LA HISTORIA

El método preferido de los ideólogos de la  burguesía es acusar a los marxistas de que, al reconocer la necesidad histórica, niegan la importancia del individuo, de los grandes hombres, de los dirigentes, en la historia. Estas informaciones están por debajo de toda crítica. El marxismo dista mucho de menospreciar el papel de individuo. Aunque los marxistas consideran que el individuo no se puede modificar a su antojo en el curso objetivo de la historia, reconocen que desempeñan un papel determinado de la historia, y considerable en el desarrollo social. Lenin escribió que “tampoco la idea de la necesidad histórica menoscaba en nada el papel del individuo en la historia: toda la historia se compone precisamente de acciones de individuos que son indudablemente actores” 9. Sólo el marxismo ha mostrado la importancia real del individuo en el desarrollo social y ha señalado las condiciones en que puede desempeñar un serio papel en la historia.

9 V.I. Lenin. Obras Completas, t. I, ed. cit., pág. 172 (Ed.)

 

Papel de los dirigentes en la historia


Las masas populares hacen la historia. Las masas se dividen en clases que organizan sus partidos políticos en el curso de la lucha entre ellas. Los partidos, por su parte, promueven de su seno a los dirigentes, los representantes más expertos, activos y mejor preparados. El papel que estos dirigentes desempeñan en la historia estriba en que organizan a las masas, elevan la actividad de éstas, plantean ante ellas determinadas tareas y las movilizan para resolverlas.

Cuanto más activa sea la participación de las masas en la historia y más amplio el círculo de creadores de la vida social tanto más acuciante será la necesidad de dirigentes expertos y maduros. Sin dirigentes, sin jefes, la clase de la vanguardia es incapaz de conquistar el dominio público, de mantener y consolidar el poder político, de crear su Estado y luchar con éxito contra sus enemigos políticos. “Ninguna clase ha logrado en la historia instaurar su dominio si no ha promovido a sus propios jefes políticos, a sus representantes de vanguardia capaces de organizar el movimiento y dirigirlo”, escribió Lenin 10.

10 V.I. Lenin. Obras Completas, t. IV, ed. cit., págs. 364-365. (Ed.)


Es particularmente grande el papel de los dirigentes, de los ideólogos y jefes en el movimiento revolucionario del proletariado, pues para éste la organización y la disciplina son un medio importantísimo para resolver las tareas que tiene planteadas. La organización sin dirigentes expertos y templados es inconcebible. El movimiento obrero  sin autoridades de prestigio, sin organizadores intrépidos y sin ideólogos capaces no hubiera podido encontrar caminos ni medios adecuados de lucha contra los explotadores.

 
Por qué aparecen las personalidades insignes
y en qué consiste su fuerza

 

Las grandes personalidades no aparecen por casualidad sino en virtud de una necesidad histórica, cuando maduran las condiciones objetivas correspondientes. Lo políticos eminentes, los jefes de masas, son promovidos en el período de trasformaciones revolucionarias radicales de sociedad, de las luchas políticas más importantes, de las sublevaciones populares. En la ciencia los genios aparecen con mayor frecuencia cuando las exigencias de la producción promueven la necesidad de descubrimientos científicos de envergadura. Los artistas célebres revelan su talento, por lo general, en los momentos cruciales, más importantes de la historia. Se debe tener en cuenta, además, que el talento se manifiesta y entra en la historia únicamente en el caso de que ésta lo requiera, de que la sociedad necesite su capacidad, carácter e inteligencia en esa etapa de su desarrollo.

La aparición de una conspicua personalidad, cuando se requiere, es una necesidad. Por el hecho de que determinadas condiciones aparezca precisamente esa personalidad  es una casualidad. “El hecho de que surja uno de éstos, precisamente éste y en un momento y en país determinado, es naturalmente, una pura casualidad –dice Engels-. Pero si suprimimos, se planteará la necesidad de reemplazarlo, y aparecerá un sustituto, más o menos bueno, pero a la larga aparecerá” 11. Aparece cuando maduran para ello las premisas sociales y las condiciones económicas y políticas correspondientes.


11 C. Marx y F. Engels, Obras escogidas, ed. Cartago, Buenos Aires, 1957, pág. 783 (Ed.)

 
En las páginas de la Historia se han escrito muchos nombres, pero no todos son verdaderamente grandes. Hay hombres que actuaron en contra de las exigencias históricas e intentaron volver atrás la rueda de la historia. Estos individuos expresaban los intereses de las clases reaccionarias, y por eso fracasaron inevitablemente, junto con la causa retrógrada que encabezaban.

Verdaderamente grande ES  sólo el hombre que contribuye con toda su vida y sus actos al avance de la sociedad; el que, sin escatimar fuerzas, lucha por lo progresista, por lo nuevo, y ayuda incansablemente a las clases de vanguardia de la sociedad a consolidar regímenes progresistas.

¿Por qué, pues, un hombre ilustre es capaz de ejercer funciones tan grandes y difíciles? ¿En que consiste su fuerza?

La fuerza de un hombre insigne es, ante todo, la fuerza del movimiento social progresista, del que es dirigente  y al cual expresa. Un gran personaje es grande porque comprende la marcha objetiva del proceso histórico, descubre la demandas del desarrollo de la sociedad y sabe cómo satisfacerlas, cómo modificar la vida social en le mejor sentido. Su fuerza estriba en que sirve a los intereses de las clases de vanguardia, de las masas populares, y por eso goza de su confianza y apoyo.

Se debe tener en cuenta que las cualidades personales del propio hombre tienen también mucha importancia. Sólo un individuo dotado de capacidad y de cualidades personales extraordinarias (gran inteligencia, inagotable energía e iniciativa, resolución y audacia) puede cumplir las tareas que la historia le plantea. Cuanto más correspondan las cualidades personales a las demandas sociales, tanto más evidente e importante será su papel en la historia.

Los personajes históricos más insignes, que han dejado profunda huella en la historia han sido los jefes del proletariado y de los trabajadores: Marx, Engels y Lenin. Fueron dirigentes de un tipo cualitativamente nuevo, teóricos geniales y organizadores del movimiento revolucionario del proletariado, el más grande de todos los movimientos populares. Se distinguen por poseer grandísima fuerza teórica y brillantes cualidades de organizadores, decisión y audacia, firme convicción de que la causa del comunismo es justa, amor al pueblo y odio a los enemigos de éste. Estaban íntimamente ligados con las masas populares, les enseñaban y aprendían de ellas, generalizando su rica experiencia revolucionaria.

 La gran causa que ellos comenzaron es continuad con éxito por sus discípulos y continuadores: los destacados dirigentes del Partido Comunista de la Unión Soviética y de los partidos comunistas y obreros hermanos que han encabezado el movimiento de los pueblos hacia el comunismo, el más poderoso en la actualidad.

 

El marxismo es incompatible con el culto
a la personalidad
 

El marxismo reconoce el gran papel que el individuo insigne desempeña en la historia, pero considera que su actividad está estrechamente vinculada con las masas populares, de las clases de vanguardia y de los partidos políticos. El marxismo es incompatible con el culto a la personalidad, con la veneración ciega de héroe ilustre, con el error de atribuirle la facultad sobrehumana de crear la historia a su capricho. El culto a la personalidad contradice la ideología socialista y causa grave daño el movimiento comunista. Marx, Engels y Lenin fueron siempre enemigos del culto a la personalidad y se manifestaron constantemente contra la exageración desmedida del papel de algunos dirigentes, contra su glorificación y adulación. Los fundadores del marxismo leninismo consideraban que sólo el método de dirección colectiva asegura el éxito del movimiento revolucionario.

El daño que ocasiona el culto a la personalidad radica en que aminora el papel del pueblo como creador de la historia  y del Partido Comunista y sus órganos centrales como dirigente colectivos de las masas. El culto a la personalidad atenaza el desenvolvimiento de la vida ideológica del Partido y la energía creadora de los trabajadores, e inculca en ellos la idea de esperar pasivamente las directivas de arriba. El culto a la personalidad y las infracciones de la dirección  colectiva, de la democracia interna del Partido y de las leyes socialistas son profundamente ajenos a la naturaleza democrática del socialismo, cuya peculariedad no acepta la omnipotencia de un individuo aislado, sino la plenitud de poder del pueblo.

El culto a la personalidad contribuye a que se implanten los métodos administrativos del “ordeno y mando”, de la dirección burocrática, y ahoga la crítica y la autocrítica. Con ello se restringe la posibilidad de que las masas populares participen ampliamente en el movimiento comunista y se menoscaba la iniciativa creadora. Es bien sabido que el comunismo se puede construir únicamente con la participación más activa de las masas populares. Por eso el Partido Comunista de la Unión Soviética se ha pronunciado resueltamente contra el culto a la personalidad de Stalin y sus consecuencias 12. 

 12 Iósif Stalin, nacido como Iósif Vissariónovich Dzhugashvili, nacido el 18 de diciembre de 1878, en Gori (Georgia), y fallecido el 5 de marzo de 1953, en Dacha Moscú (Rusia).

Los ideólogos y sociólogos objetivistas imprimirán que ha sido un Héroe de la Unión Soviética, personaje férreo, tenaz  y de decisiones enérgicas  que hicieron derrotar a la bestia parda del nazismo, salvando a Europa de las hordas hitlerianas.

Los ideólogos y sociólogos subjetivistas de la burguesía refutaran denigrándolo que ha sido un personaje siniestro, infame y autoritario, sin piedad alguna hacia sus antagonistas. Pero, con sus sombras y sus luces, sus pros y contras, sus defectos y virtudes, la historia le hará justicia con sus procedimientos y actos aplicados ante las circunstancias históricas que le deparó la vida como gran estadista que fue.

Lo que si es cierto, que después del triunfo del Ejército Rojo sobre las hordas nazistas, su temple personal tuvo un peligroso cambio cayendo en el culto de la personalidad que tanto  daño ocasionó  al Partido, actuación que el marxismo-leninismo censura y condena totalmente. (ARP) 

 
El XX Congreso del PCUS  censuró el culto a la personalidad de Stalin, como ajeno al marxismo-leninismo y al sistema socialista y exhortó a las organizaciones del Partido a que extirpasen sus consecuencias. Contra el rumbo leninista expresado por el XX Congreso se pronunció el grupo antipartidario de Mólotv 13, Málenkov 14, Kaganovich 15 y sus cómplices, que intentó restablecer los métodos y el régimen dominante durante el período del culto a la personalidad. Por eso esta cuestión del culto a la personalidad se debatió en el XXI Congreso y, sobre todo, en el XXII Congreso del Partido, en el que se censuró enérgicamente la actividad de zapa del grupo antipartidario. Tras rechazar a los fraccionistas fracasados, el Partido cohesionó aun más estrechamente sus filas, robusteció sus lazos con el pueblo y movilizó todas sus fuerzas para concretar con éxito su línea política general.

 

13 Viacheslav Mijáilovich Mólotov fue un político y diplomático soviético, un viejo bolchevique y una figura destacada en el gobierno soviético durante la década de 1920. Nació el 9 de marzo de 1890, en Sovetsk (Rusia), y falleció el 8 de noviembre de 1986, en Moscú (Unión Soviética). (ARP)

14 Gueorgui Maksimiliánovich Malenkov fue un político soviético y dirigente del Partido Comunista, así como íntimo colaborador de Iósif Stalin. Nació el 8 de enero de 1902, en Oremburgo (Rusia), y falleció el 14 de enero de 1988, en Moscú (Unión Soviética)  (ARP).

15 Lázar Moiséyevich Kaganóvich fue un político soviético. Nació el 22 de noviembre de 1893, en Gubernia de Kiev (Ucrania), y falleció el 25 de julio de 1991, en Moscú (Unión Soviética). (ARP)


La firmeza y energía con que el Partido, apoyado por todo el pueblo soviético, combatió el culto a la personalidad es una demostración de la fuerza y vitalidad del régimen socialista soviético, de la invencibilidad de las ideas del marxismo-leninismo.

El marxismo-leninismo censura enérgicamente el culto a la personalidad, pero considera al mismo tiempo que sería erróneo y pernicioso y confundirlo con la autoridad del dirigente. Lenin dijo que “la clase obrera que mantiene en todo el mundo una lucha ardua y tenaz por su emancipación completa, necesita dirigentes con autoridad”  16. El marxismo-leninismo exige que se cuide la autoridad de los dirigentes fieles al pueblo y al Partido, que entreguen todos sus conocimientos y energía creadora, toda su riquísima experiencia a la gran causa de la victoria del comunismo.


16 V.I. Lenin, Obras Completas, t. XI, ed. cit., pág 417. (Ed.)


Así, pues, todo el curso del desarrollo histórico muestra que, por grande que sea un hombre, no está en condiciones de determinar la marcha de la historia. El creador de la historia, el creador de todos lo valores materiales y espirituales es el pueblo, son las masas trabajadores.

 

Vigo, 20 de agosto de 2016

 

 

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